Un día no habrá qué escribir, las persianas se cerrarán y el sonido de un reloj retumbará en la casa.
Un día el
eco de las risas se olvidará, las miradas frescas sólo verán recuerdos y
figuras borrosas.
Cuando las
voces se retiren del espacio y ya no describan el infinito las causas se lanzarán
al vacío.
Un día no
habrá quién abra la puerta, quién espere en la vereda o levante la mano para
saludar.
Un día el
camino se borrará atrapado en los designios de la maleza y los pasos que
abandonados.
En el
momento que el cielo se clausure y las preguntas se dejen de formular navegará
el silencio
Buscando en
la topografía de un sonido que le restituya la esperanza de un mañana sin miedos.
Un día la
joven boca que beso por primera vez estará atrapada en la red de besos sin amor
Un día comprenderán
el universo para luego desarmarlo y que vuelva a empezar
Un día el
último optimista dará paso a la lluvia
Un día el
sol se cansará de brillar
Un día será
el último
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